Dr. Norman Barwin, un prominente activista
pro-aborto que dirige una clínica de fertilidad en Ottawa, está bajo
investigación por parte del Colegio de
Médicos y Cirujanos de Ontario (CPSO), en medio de denuncias, en razón de que en
repetidas ocasiones ha inseminadas a mujeres con el semen equivocado,
posiblemente, incluso los suyos.
El Colegio de Médicos y Cirujanos de
Ontario ha acusado a Barwin por conducta "considerada por los miembros razonablemente como vergonzosa,
deshonrosa o poco profesional", según informó el “Ottawa Citizen”
Barwin es fundador y presidente de un grupo
canadiense defensor del aborto y del "derecho a elegir", el cual
ofrece una beca para estudiantes graduados que están "comprometidos con
los valores pro-aborto" y están involucrados en "la investigación
sobre la salud sexual y derechos reproductivos".
Además, es ex presidente de la “Sociedad de
Fertilidad de Canadá”, de la “Federación de Planificación Familiar de Canadá” y
de “Planificación de la Familia de Ottawa”, y recibió la Orden de Canadá por su
contribución a la "salud reproductiva de la mujer." Su biografía también señala que
"estableció la primera escuela secundaria con una clínica de planificación
familiar en 1982, que se ha establecido en otras 10 escuelas secundarias".
Nacido en Sudáfrica, Barwin llegó a Ottawa
en 1973 y abrió su centro de fertilidad en la década de 1980. Se especializó en
ginecología, pero nunca llegó a ser un ginecólogo certificado en Canadá, pues reprobó
el examen.
La investigación realizada por el Comité de
Disciplina CPSO se deriva de acusaciones contra Barwin de inseminar artificialmente
a mujeres con el esperma equivocado, bajo la sospecha de que el esperma
que usó fue la suya.
En el año 2010, dos familias lo acusaron de
usar esperma equivocada cuando sus hijos fueron concebidos en 2005 y 2007,
respectivamente. Las demandas afirman que los dos niños, biológicamente
no tenían ninguna relación con los hombres que donantes de la esperma. En ambas demandas se pidió a la corte que
ordenara a Barwin someterse a pruebas de ADN "para descartar
definitivamente la posibilidad de que él es el donante cuyo esperma se
utilizó".
En 2010, The Globe and Mail informó sobre
un caso de mediados de los 90, en que una pareja de lesbianas fue a Barwin para concebir un hijo. Al año siguiente, demandaron al médico por presuntamente inseminar a una de las mujeres con el esperma equivocado. The Globe informó que
el caso fue resuelto fuera de los tribunales.
Otro incidente, se remonta a 1985, cuando una
mujer fue a su clínica de fertilidad para ser inseminada con el esperma de su
marido. La mujer dio a luz a un hijo, pero las pruebas de ADN demostraron que
el esposo no es el padre biológico del niño.
El Colegio de Médicos y Cirujanos de
Ontario no ha fijado una fecha para la audiencia de disciplina de Barwin,
sin embargo, los informes del "Ottawa Citizen" indican que Barwin ha cesado en la práctica de
la inseminación artificial y la inseminación intrauterina en su clínica.
No me sorprende que una persona pro aborto
esté relacionado con las técnicas de reproducción humana asistida. Lo que los
une a ambos grupos es la falta de respeto a la dignidad del embrión humano y en consecuencia a todos sus derechos, incluyendo el derecho a la vida.
Todo acto médico debe ser respetuoso de la
dignidad de los seres humanos, en este sentido, cuando un médico desea ayudar a
un matrimonio a concebir, debe dirigir su ayuda para que el acto sexual normalmente
realizado entre los cónyuges pueda conseguir el fin deseado de concebir un hijo.
Las de técnicas reproducción
humana asistida presentan por ello gravísimos problemas morales, relacionados al respeto
debido al ser humano desde su misma concepción y a la dignidad de la persona,
de su sexualidad y de la transmisión de la vida.-
Sobre el tema también puede leer: El lado oscuro de la FIV
1 comentarios:
Simplemente es un pervertido...
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