Octubre es el Mes de la Concientización
sobre el cáncer de mama, que es el más frecuente en las mujeres, tanto en los
países desarrollados como en desarrollo. Según la Organización Mundial de la
salud, la mayoría de las muertes por cáncer de mama se producen en los países
de ingresos bajos y medianos, donde gran parte de los casos se diagnostican en
un estadio avanzado sobre todo por la escasa concienciación, a lo que hay que
agregar las barreras que dificultan el acceso a los servicios de salud para las
pacientes.
Por ello numerosas organizaciones
nacionales e internacionales, se organizan cada mes de octubre para
concientizar sobre el cáncer de mama con el fin de aumentar la atención y el
apoyo contra esta enfermedad, que tiene grandes probabilidades de prevención y
cura.
Uniéndome a esta campaña, conviene alertar
a la población sobre el principal factor de riesgo del cáncer de mama del cual
casi no se habla: el aborto provocado. Este es un factor que llega a aumentar
el riesgo hasta un 600% en los casos de más de un aborto. Decenas de estudios
epidemiológicos así lo demuestran, prueba de ello es el vertiginoso aumento de
este tipo de cáncer en mujeres cada vez más jóvenes, que no es la población de
riesgo natural. Es entre ellas donde se ha producido el aumento del 40% de
cáncer de mama registrado en todos los países con altas tasas de aborto.
Así lo reveló también un estudio de Howe
et. al de 2001, publicado en el Journal of the National Cancer Institute (JNCI)
sobre la situación del cáncer en EE.UU. entre los años 1973 y 1998. Le
acompañaban autores del NCI, del ACS, del CDC y de la North American
Association of Central Cancer Registries. Los resultados mostraban claramente
que desde 1987, la incidencia creciente de cáncer de mama (un 40%) se había
dado exclusivamente en el grupo de edad más joven de la muestra (de 50-64
años). Estas mujeres forman parte de la generación del aborto. Actualmente, la
edad de aparición de la enfermedad ha descendido hasta incluso por debajo de
los 30 años.
Otro estudio publicado en el prestigioso
Journal of American Physicians and Surgeons del 2 de octubre de 2007 titulado
“La epidemia del cáncer de mama” (The Breast Cancer Epidemic) realizado en 8
países europeos, halló que el aborto es el “mejor predictor” del cáncer de mama,
prediciendo las tasas de cáncer en Inglaterra y Gales para los años siguientes,
con un 100% de precisión (Patrick Carroll, JAPS 2007).
¿A qué se debe esto? El aborto provocado
interrumpe el proceso natural del desarrollo mamario, dejando a la mama con una
gran cantidad de células pre-mamarias que pueden convertirse en cancerosas. El
aumento de estrógenos durante el embarazo hace proliferar las células mamarias
precancerosas, que no maduran hasta el tercer trimestre del embarazo, poniendo
fin así al 85% de su potencial cancerígeno.
Ahora bien, hay que indicar que la mayoría
de los abortos naturales no suponen un riesgo para el cáncer de mama, pues el
organismo no produce suficiente estrógeno y por ello no proliferan las células pre
mamarias.
Cuando la mujer lleva un embarazo a término,
las hormonas del tercer trimestre convierten las células mamarias en tejido
resistente al cáncer en un 85%, aumentando un 10% más con cada embarazo
posterior a término.
A este proceso biológico se suma otro
factor de riesgo del cáncer: el estrés, que forma parte del Trastorno de Estrés
Post-Traumático debido al aborto. Algunos expertos afirman que el síndrome post
aborto, puede ser un factor desencadenante del proceso de malignización de las
células pre mamarias. Si desea mayor información en este link la encontrará en
forma gratuita en internet:
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