lunes, 6 de febrero de 2012

REFLEXIONES SOBRE LA EUTANASIA

La semana pasada comenté una resolución tomada por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa en la que se recomienda prohibir la muerte asistida. Esa entrada la comparti en facebook y un amigo me hizo el siguiente comentario: "se habla de derecho a la vida, muy diferente que obligacion a la vida verdad?" Dada esa pregunta, me ha parecido importante repasar esta semana algunos conceptos sobre la eutanasia.
La palabra está compuesta de dos términos griegos: eu (buena) y thánatos (muerte). Creo que todos deseamos tener una "buena" muerte. El asunto es que  el verdadero significado de eutanasia es el de causar directamente la muerte, sin dolor, a un enfermo incurable o a personas minusválidas o ancianas. Así se entiende por eutanasia el «homicidio piadoso», que consiste en quitar la vida a una persona aquejada de enfermedad incurable, de achaques de vejez o de malformaciones físicas o psíquicas, congénitas y/o adquiridas (por ejemplo después de un accidente). Esta es la eutanasia por compasión. Se suele provocar mediante una intervención médica, de ordinario administrando un fármaco, y en ese caso se llama eutanasia positiva
Existe también la eutanasia negativa, que consiste en la omisión de los medios ordinarios para mantener con vida al enfermo. La eutanasia también puede ser provocada por el propio sujeto, y en ese caso se habla de eutanasia suicida
Por último podemos hablar de la llamada eutanasia eugenésica, cuyo objeto es eliminar de la sociedad a las personas con una vida «sin valor». La eutanasia eugenésica fue practicada por el nazismo con el fin de «purificar la raza». Pero también Plutarco, en "La vida de Licurgo", cuenta como los espartanos despeñaban por las laderas del monte Taigeto a los niños que habían nacido con deformaciones, minusvalías o mostraban características físicas poco apropiadas con el uso de las armas; y a las niñas que no consideraban suficientemente robustas como para engendrar futuros soldados.
¿Es moralmente lícita la eutanasia?
Coincido con Rafael Gómez Pérez ("Problemas morales de la existencia Humana"), que la eutanasia --ya sea homicida (positiva o negativa), suicida o eugenésica-- es una acción inmoral, porque el objeto de ese acto es intrínsecamente malo: la supresión de una vida. En la eutanasia eugenésica existe además un atentado directo contra la dignidad de la persona, quien siempre vale por sí misma y no en razón de otra cosa.
La inmoralidad de la eutanasia se deduce directamente de la ley moral natural, según la cual todos los seres humanos sabemos que la vida es un bien y el más grande de todos, y que no es lícito quitarle la vida a ningún ser humano en forma injustificada. Por ello, la eutanasia, aun con el consentimiento de la víctima, es una violación a la ley moral. Téngase en consideración que ningún ser humano puede decidir arbitrariamente entre vivir o morir.
Ahora bien, cuando el enfermo no interviene, sino que es una decisión tomada por sus parientes, la falta es aún más grave. Ningún motivo, y menos una falsa "compasión" puede justificar un homicidio.
También conviene analizar los casos de los enfermos incurables, en que el tratamiento para algunos síntomas o el deseo de mitigar el dolor, puede eventualmente traer consigo la abreviación de la vida. Esta acción si es lícita y ética, porque no se pretende en forma directa eliminar la vida, sino que realmente lo que sucede, es que la vida puede abreviarse como resultado secundario de una acción que en sí misma es buena y aconsejable, es decir: mitigar el dolor y/o tratar los síntomas.
Es común que se confunde con la eutanasia, la omisión de los medios extraordinarios para prolongar artificialmente la vida de un enfermo con un proceso patológico irreversible. Esta omisión no es eutanasia y es lícita cuando el enfermo está ya clínicamente muerto. Sin embargo, estos casos límites dan origen a menudo a grandes problemas morales, basados en dos hechos que hay que tener en cuenta: 
a) la resistencia de los parientes del enfermo a que se omitan los medios extraordinarios que lo mantienen artificialmente en vida; 
b) la falta de una total evidencia científica sobre la reversibilidad o irreversibilidad de algunos procesos patológicos. 
Se han dado casos en los que los parientes han insistido -incluso durante muchos meses- en que se siguieran aplicando esos medios extraordinarios y, al final, se ha producido la reversibilidad y la curación.
Tal vez recuerden el caso de David Russel, sobre el que hace poco escribí, a quien los médicos después de un accidente y una operación, le habían indicado muerte neurológica pero que luego despertó, cuando su mujer lo instaba a despertarse por haber nacido su primera nieta.
Al analizar estos casos en particular, es importante, indicar que la hidratación (agua), el oxigeno y el alimento son medios ordinarios para mantener la vida y por lo tanto no se pueden negar nunca a ningún paciente, aun cuando se ofrecen por medios artificiales.
En este sentido condenamos todos aquellos casos en que se han dejado morir a las personas sin prestarles las atenciones básicas necesarias que ocupa para vivir cualquier ser humano. Téngase en consideración que administrar oxigeno, agua y alimento, no es un acto médico ni un tratamiento. Sobre esta negativa de alimentar e hidratar, con dolor podemos recordar los casos de Terri Schiavo y de Eluana Englaro, quienes murieron por orden de su esposo y padre respectivamente, al dejarlas sin comida ni agua, a pesar de que los padre de Terri se ofrecían para cuidarla, y las monjas que por más de 17 años cuidaron a Eluana se ofrecían para continuar haciéndolo.
En ambos casos, los promotores de la eutanasia utilizan la expresión morir con dignidad a efecto de que se autorice la eutanasia.
Yo no encuentro nada digno en el hecho de morir porque alguien me considere una carga. Al contrario, encuentro que es mucho más acorde a mi dignidad humana, morir rodeada del amor, de los cuidados y de las atenciones básicas necesarias, prestadas por parte de mis seres queridos y de mis semejantes. Ese amor,  cuidados y  atenciones reafirman mi dignidad como ser humano, dignidad según la cual siempre valgo por mí misma y no en razón de otra cosa. 
Para mí, Dignidad Humana significa: ¡Todo vida vale!

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La semana entrante espero escribir sobre un estudio que reveló los errores que se cometen al indicar que las personas están en estado vegetativo. 









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