jueves, 26 de marzo de 2015

HAY COSAS QUE NO SE DEBEN MODIFICAR


Recientemente el Presidente de la República convocó los proyectos de ley 18481, Ley de Sociedades de Convivencia y 18483, que es reforma al capítulo de la unión de hecho en el Código de Familia. En ambos proyectos se pretende equiparar las uniones entre personas del mismo sexo al matrimonio de un hombre y una mujer.
En mi opinión ambos proyectos, son contrarios a los artículos 51 y 52 de la Constitución Política,  por cuanto, el matrimonio entre hombre y mujer es la base esencial de la familia, y esta tiene derecho a la protección especial del Estado y de toda la sociedad.
La Sala Constitucional en su jurisprudencia reiterada, ha dicho que si se pretende otorgar los mismos efectos del matrimonio, a la unión de hecho, las personas deben cumplir con los mismos requisitos que se les piden a quienes contraen matrimonio y los convivientes no deben caer dentro de los impedimentos que para el matrimonio, establece el artículo 14 del Código de Familia, “dado que constitucionalmente, no resulta válido otorgar a la familia de hecho una protección de tan extensos alcances que exceda los que la ley acuerda para la familia fundada en el matrimonio.”
Siendo como lo es, que el artículo 14 citado prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo, constitucionalmente no es válido equiparar esas uniones a la unión entre un hombre y una mujer.
Ahora que en la Asamblea Legislativa de Costa Rica se discute precisamente este tema, matrimonio entre personas del mismo sexo, o la creación de otras figuras jurídicas para equiparar las uniones homosexuales al matrimonio, junto al proyecto de ley de fecundación in vitro, resultan muy oportunas las declaraciones de Domenico Dolce y Stefano Gabbana, que son una de las parejas del mismo sexo más famosas del mundo por haber constituido la prestigiosa marca Dolce & Gabbana.
Ellos sorprendieron al mundo, con una clara defensa de la familia que llaman “tradicional” y con argumentos válidos para oponerse a la adopción gay y a que las parejas como ellos tengan posibilidad de engendrar hijos in vitro porque, en su opinión –yo coincido con ellos—, todo niño tiene derecho a tener padre y madre.
Dijeron: “no me convencen los que yo llamo hijos de la química, niños sintéticos. Úteros en alquiler, óvulos elegidos de un catálogo. Y luego vete a explicar a estos niños quién es la madre. Procrear debe ser un acto de amor. Hoy ni siquiera los psiquiatras están listos para afrontar los efectos de estas experimentaciones”.
Al ser preguntados sobre si les gustaría ser padres contestan: Una cosa es lo que a uno le gustaría y otra la realidad. “Soy gay y no puedo tener un hijo”, reconoce Dolce. “Creo que no se puede tener todo en la vida. También es bello privarse de algo. La vida tiene un recorrido natural, hay cosas que no se deben modificar. Una de ellas es la familia”.
Leyendo toda la entrevista, los modistos dan a entender que en la moda podemos elegir, un día una cosa, otro día otra, pero que la verdadera familia es una: la fundada en la unión entre hombre y mujer… algo que no podemos cambiar.
Los ataques por el “delito” de opinar no se hicieron esperar. Los más intransigentes ha propuesto un boicot a los productos de Dolce & Gabbana, como es el caso del cantante Elton John y Ricky Martin, muy molestos, ya que ellos han alquilado vientres y comprado óvulos para tener hijos.
Es curioso que los homosexuales que tanto defienden sus derechos, no acepten la libertad de expresión de otros homosexuales que tienen sus propias ideas sobre la familia.

Queridos lectores, nos ha tocado vivir en un mundo donde los ataques contra la familia natural, constituida por varón, mujer e hijos, es cosa de todos los días. En este sentido resultan realmente refrescantes las declaraciones citadas que nos recuerdan que la familia, elemento natural y fundamental de la sociedad es algo “que no se debe modificar”.  

2 comentarios:

Muchas gracias por estas frases esclarecedoras !!!. Este gobierno no defiende a la minoría constituida por los no nacidos !!!

Es lo más importante la familia

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