El actor Jared Leto, ganador este
año, del premio Óscar al mejor actor de reparto por la película “Dallas Buyers
Club”, al momento de recibir su estatuilla dorada dijo: “En 1971, en la ciudad
de Bossier en Louisiana, había una adolescente que estaba embarazada de su
segundo hijo. Había abandonado el colegio y era una madre soltera, pero de
alguna manera se las arregló para buscarse una mejor vida para ella y sus
hijos. Ella animó a sus hijos a ser creativos y trabajar duro y hacer algo
especial. Esa chica era mi madre y está aquí esta noche. Solo quiero decir mamá
te amo, gracias por enseñarme a soñar”
Cuando una adolescente queda embarazada,
es probable que se sienta sorprendida, abrumada, desorientada, asustada… y sola.
Esta frente una situación nueva y no
planeada, por ello resulta indispensable apoyarla.
Es difícil hacerle frente a la
presión de grupo, experimentar los cambios en su cuerpo y tener la carga
adicional de decidir sobre cómo hacer para continuar su educación, ganarse la
vida y planificar su futuro y el de su
hijo.
Al conversar con mujeres que fueron
madres en su adolescencia, impresiona notar esto: al principio les costó mucho
pues no sabían cómo cuidar a un bebe, pero fue precisamente el amor por ese
bebe lo que les dio una fuerza extraordinaria para poder salir adelante.
La mayoría cuentan, que llegaron
a obtener éxitos y logros difíciles de alcanzar, gracias al impulso que les dio
el saberse responsables de buscar lo mejor para sus hijos. En este sentido
sienten que ellos fueron verdaderamente los que les “salvaron” sus vidas, aun
cuando las hicieron madurar en forma prematura.
El apoyo a toda adolescente
embarazada debe incluir: los cuidados pre y post natales, su manutención, la de
su bebé, así como la ayuda necesaria para que retomen sus estudios y aprendan
una profesión u oficio que les permita vivir dignamente. Es necesario que el
estado costarricense promueva políticas públicas que haga efectivo ese apoyo.
Ahora bien, en el ámbito de la
prevención del embarazo adolescente, los estudios arrojan que los jóvenes
reciben una educación sexual deficiente, dado que por lo general esa educación
da por sentado que ellos desean tener relaciones sexuales cada vez más precoces
y/o que de hecho ya las están teniendo.
Los programas actuales, tanto de
la CCSS como del MEP, se centran en el placer y en enseñar el manejo de los
anticonceptivos para evitar embarazos y/o enfermedades de transmisión sexual,
pero ese tipo de información olvida cuestiones importantes pues no ofrece
recursos para que los jóvenes puedan decir no, aun cuando, muchos jóvenes de
hecho preferirían esperar antes de iniciar su vida sexual.
Varios informes y estudios (por
ejemplo: With once voice 2010 y Yourlife) han preguntado a los jóvenes acerca
de sus primeras experiencias sexuales. Además de identificar los principales
elementos de presión que en muchos casos aceleraron el comportamiento juvenil,
estos informes sirven para constatar que una gran proporción de ellos, lo han
hecho presionados por su entorno. En la actualidad no se refuerza el auto dominio
de los jóvenes y en realidad se les desorienta haciéndoles creer que si no
tienen relaciones sexuales tempranas son raros, porque todo el mundo lo hace.
Como ya es costumbre, estos programas
no han logrado prevenir el embarazo adolescente. Por ello, los únicos que pueden
considerarse como “ganadores”, son los consultores que los recomiendan y aquellas
compañías proveedoras, ambos han obtenido del estado costarricense ganancias
millonarias. ¡Que lamentable!
Si realmente hubiera voluntad
política para prevenir el embarazo adolescente, se debería enseñar a los niños
y jóvenes, que entregar la sexualidad a la persona amada, es una de las
entregas más personales y bellas que puede realizar un ser humano y que
precisamente por ello: ¡Vale la pena esperar!
Columna Al pan... Pan publicada en Diario Extra 24 de del 2014